Brindarán un taller para el tratamiento y reciclaje de aguas grises
Las aguas grises son aquellas que se desechan por los desagües de bañeras, lavabos, piletas de la cocina, lavavajillas o lavadoras. Estas aguas, con un tratamiento sencillo, pueden ser fácilmente reutilizadas para diversidad de usos, entre ellos jardinería. Es por ello que el próximo 2 de mayo se dictara un curso arancelado en las instalaciones de Aty Arandu. La capacitación dura una jornada completa.
El gasto doméstico diario de agua por persona es de unos 130 litros aproximadamente y la mitad proviene de la ducha y la cisterna. La reutilización de aguas grises puede permitir que estas sean usadas nuevamente como agua para varias tareas del hogar, desde el riego de los jardines hasta para la carga de las cisternas de los inodoros, reduciendo drásticamente el consumo de agua potable.
El talle será el próximo martes 2 de mayo en las instalaciones de Aty Arandu ubicada en la calle Bernabé Mendez 381, Barrio Obrero. Se trata de un taller práctico donde los participantes aprenderán a reciclar aguas grises. Desde las 10 de la mañana hasta las 13 horas recibirán la capacitación teórica y digital. Después del almuerzo de 15 a 18hs procederán a realizar un trabajo practico creando un humedal.
El taller se basa en las aguas grises como tratamiento casero para cuidar y disminuir el uso del agua potable es un sistema que de a poco está tomando relevancia como herramienta para seguir concientizando a la población sobre lo finito que suelen ser los recursos que utilizamos diariamente. “Vamos a Construir un Humedal, donde se van a alojar las Plantas Acuáticas que van a depurar las aguas del Lavarropa. Para luego ser reutilizadas en el jardín y/o espacio de huerta. Es un taller práctico, de todo el día. Trae alimentos para compartir y ropa de trabajo” indicaron desde la organización. El taller será brindado por Juan Martín Buigues «Poi», de Agape Paisajismo. Para inscripciones comunicarse al 3755 629943
Otros de los beneficios del tratamiento de las aguas grises son:
La disminución del uso de agua potable entre un 16% a 40%, dependiendo del diseño del sistema.
Diversificar los suministros de agua municipales y proporcionar una fuente alternativa de agua para riego, reservando el agua tratada para necesidades de más alta calidad.
La reducción de las necesidades de energía y químicos usados para tratar las aguas residuales.
Concientización sobre el uso del agua y sobre los productos que utilizamos con ella, eligiendo productos más amigables con el medioambiente.
