Polaquito, cerca de ser juzgado por homicidio y abuso en Puerto Iguazú

Polaquito, cerca de ser juzgado por homicidio y abuso en Puerto Iguazú

Jonathan Nazareno Ferreira (35), conocido como Polaquito, es el protagonista de uno de los hechos de homicidios más impactantes del último tiempo en la provincia. Está acusado de matar con un arma blanca a Bruno Méndez (25) en la localidad de Puerto Iguazú y violar a la novia de éste, de 18 años de edad, en abril del 2022.

Está alojado en la Unidad Penal III de Eldorado con prisión preventiva por homicidio criminis causa y abuso sexual con acceso carnal en concurso real. El expediente fue elevado a juicio en junio del año pasado y ese debate está muy cerca de concretarse, según revelaron fuentes del caso consultadas por El Territorio.

Según se detalló, en las últimas semanas el abogado defensor solicitó varias pruebas preliminares que consideran se deben incorporar al expediente. Entre ellos el video de una entrevista de un medio televisivo de Puerto Iguazú luego del hecho.

El Tribunal Penal de Eldorado analiza esta situación y se cree que una vez incorporado esto se podrá establecer fecha de debate. Las expectativas son que el juicio se haga antes de fin de año, aunque no se descarta que el sospechoso busque acogerse a un abreviado debido a la gran cantidad de pruebas que hay en su contra. Además, mediante eso evitará exponerse en el banquillo de los acusados.

El horror

Según pudo reconstruir este medio en base a fuentes policiales, judiciales y vecinos de la zona que intervinieron en el hecho, todo ocurrió sobre la calle Artigas del barrio Villa Alta el cuatro de abril de 2022. La joven y Méndez fueron con el hijo de ésta a visitar a Polaquito cerca de la 1 de la madrugada. Compartían el rato entre bebidas alcohólicas hasta que sobrevino la inexplicable sucesión de violencia.

Fuentes del caso reconstruyeron en base al testimonio de la muchacha que avanzada la noche la pareja le pidió a Ferreira una habitación para tener relaciones sexuales y el dueño de casa les facilitó el lugar. Sin embargo, en pleno acto se metió en la pieza y quiso propasarse con la joven, por lo que inmediatamente Méndez lo empujó. Entonces se inició una pelea.

En la pieza empezaron los empujones y gritos hasta que Ferreira apuñaló a Méndez. Luego lo llevó hasta la sala, donde lo atacó nuevamente, por lo que la víctima quedó en el piso malherida. Sobre este punto, son dispares las versiones sobre quién tenía el arma, no está claro que el homicida la llevaba consigo o se la sacó a su víctima, pero lo cierto es que lo atacó brutalmente y luego volvió al cuarto.

Lejos de que el infierno se termine ahí, el homicida subió la música de la casa a todo volumen para que afuera no se escuchara lo que ocurría, valiéndose de eso para violarla. Señaló que el ultraje se repitió durante mucho tiempo mientras su novio agonizaba y gritaba en la otra sala y su hijo dormía -lo hizo toda la noche- en otro sector de la casa.

En esta parte de la historia surge un detalle que describe la perversidad y la saña con la que se presume que actuó el homicida: luego de cometer los abusos, volvió a la sala y con la misma arma remató a la víctima, asestando puñaladas en órganos vitales.

Tras el homicidio, la joven madre estuvo cautiva hasta que se hizo de día. Relató ante los investigadores que en determinado momento vio cómo el asesino tomó una pala, arrastró el cuerpo hacia afuera y se dispuso a cavar una fosa para enterrarlo. Inició el trabajo hasta que se rompió la herramienta y debió buscar otra, instancia en que su víctima aprovechó para huir.

No podía salir por la puerta delantera, por lo que la única vía de escape era la puerta trasera. Tomó a su hijo, ganó el patio e intentó subir el muro perimetral de un pasillo lateral que está compuesto por chapas. Afuera llovía y Ferreira llegó rápido para impedir la fuga, instancia en la que ella empezó a gritar y golpear el chaperío con todas sus fuerzas.

Un vecino se acercó por el cerco perimetral a asistirla, por lo que primero puso a salvo a su hijo y recién entonces escapó del inmueble.

“Maté a uno”

En medio de esa situación, Polaquito pudo huir de la escena y se refugió en la casa de un vecino. Efectivos de la Comisaría Segunda de Iguazú fueron advertidos de lo sucedido cerca de las 10 de la mañana y lo detuvieron momentos más tarde.

“Yo había llegado a casa y escuché que -Ferreira- estaba con la pala, pero no le di bolilla porque él era loco y agresivo con todos. En un momento dado entró a la casa, mamá estaba adentro, me miró y dijo: ‘Hernán, no llames a la Policía, maté a uno’”, reveló un vecino directo sobre la secuencia posterior y la confesión del homicida, que no tiene ningún valor en el proceso.

Añadió que el acusado estaba todo sucio, con la remera manchada con sangre. “Entonces mamá llamó por teléfono al papá del Polaquito, que llegó rapidísimo. Fue él quien lo sacó de la casa y lo entregó a la Policía que ya había llegado y estaban con la chica en la casa del otro vecino”.

El testigo expresó que cerca de las 23 de la noche anterior había pasado por el frente de la casa del acusado y “como siempre era un desastre, música fuerte, estaban tomando. Yo seguí de largo nomás, estaban en la oscuridad. No miré mucho porque no quería problemas”.“Se sabía que esto iba a terminar así, si no le mataban, iba a terminar matando a alguien”, fue, palabras más o menos, el relato que se repitió varias veces.

Oportunamente El Territorio estuvo en la escena y, mientras la Policía realizaba los peritajes, los vecinos en la esquina exponían su experiencia con el detenido. Todos tenían en común el haber sido víctimas de robos, amenazas e incluso haber discutido con el joven, a quien muchas veces también denunciaron por ruidos molestos.

“A mí me robó tres veces, rompió las rejas de mi casa y varias veces me pidió que lo llevara a comprar drogas, algunas veces lo llevé porque si no cumplías con él, tiraba piedras, te robaba o te amenazaba” contó un vecino.

“Yo no dormía de noche si no venía mi hijo a casa. Polaquito siempre estaba merodeando, muchas veces lo encontramos dentro del terreno. No podíamos reaccionar porque siempre tenía un cuchillo o puñal en la cintura”, contó una mujer.

Antecedentes

Fuentes policiales confirmaron que el acusado tiene un importante prontuario de delitos contra la propiedad, agresiones y consumos problemáticos de alcohol y estupefacientes. También se dijo que cumplió una condena por robo calificado bajo la modalidad motochorro.

En la audiencia indagatoria ante el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del juez Martín Brites, el sospechoso expresó que luego de una ronda de tragos y consumo de cocaína, él y la joven se fueron a su casa para tener relaciones sexuales. Según sus palabras, cerca de las 5 de la mañana llegó Méndez enajenado por los celos y quiso atacarlo.

Entonces tomó un cuchillo que había en el lugar y se defendió, causándole la muerte al joven. “Me defendí y me fui de mambo”, de acuerdo a sus palabras, según trascendió.

La historia de Bruno y su autopsia

Una nueva vida en el duelo.

Bruno Méndez (25) era oriundo de Puerto Iguazú, pero estaba instalado nuevamente en la ciudad desde hace pocas semanas, luego de dejar su trabajo en el Sur del país porque su madre estaba muy enferma.

Su progenitora terminó falleciendo, por lo que finalmente decidió quedarse en la Ciudad de las Cataratas para estar más cerca de su padre. Entonces alquiló un lugar a 100 metros de donde fue asesinado.

En el inquilinato conoció a quien era hasta entonces su pareja y pronto establecieron una relación sentimental, hasta que el horror terminó marcando el trágico final de su vida.

En cuanto a la joven, fue contenida por profesionales y se activó el protocolo para los casos de abuso sexual.

Su declaración ante la Justicia es uno de los elementos más fuertes contra el acusado.

La autopsia determinó que Méndez recibió cuatro lesiones punzantes en el cuerpo. Tres de ellas en un sector izquierdo del pecho, debajo de la axila en donde cada una perforó el pulmón y la restante en la base de la arteria aorta. Se agregó también que esta última lesión sería la que terminó causando la muerte del joven.

Fuente: El Territorio

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